Cómo escribir diálogos: guía para crear una buena historia

Durante la creación de una obra literaria hay que tener en cuenta la importancia que tienen los diálogos dentro de ella. Dado esto, más que centrarnos en el aspecto formal, es necesario comprender cómo escribir los diálogos para que nuestra historia se desarrolle y logré atrapar al lector.

Con el empleo de los diálogos se pueden desarrollar los hechos en tiempo real, también se avanza en la trama, se genera conflicto y se le da sentido a aquello que estás escribiendo.

Si quieres aprender a como escribir diálogos de manera correcta llegaste al lugar indicado. ¡Comencemos!

¿Para qué sirve escribir los diálogos?

Estos son una herramienta útil en cualquier narración, ya que no solo sirven para dar voz a los personajes. También ayudan en otros niveles narrativos para poder entender por qué actúan como lo hacen. 

En general, los diálogos le dan sentido a una historia y permite que sus personajes interactúen entre ellos. Sin embargo, su funcionalidad va más allá y aquí enlistamos sus objetivos más importantes:

Hacen avanzar la historia

Los diálogos permiten que la historia se mueva hacia adelante, lo que los convierte en su mayor característica. De hecho, estos recursos hacen que la historia se mueva más que aquella que es contada por un narrador. 

En efecto, los diálogos empujan la trama hasta la próxima escena. 

Hace crecer y evolucionar a los personajes

Cómo es de esperar, los personajes pueden evolucionar por medio de diálogos bien desarrollados. De hecho, en los buenos diálogos los personajes pueden sufrir cambios de estado de ánimo dadas las circunstancias.

En sí, los estados de ánimo y la narrativa propia pueden perder fuerza si lo cuenta un narrador. 

Aporta ritmo y dinamismo

Los diálogos logran que el ritmo de lo que escribes vaya de forma más rápida y dinámica.

Por lo general, es más difícil leer un párrafo entero del narrador explicando todo lo que ocurre que lo que un diálogo puede decir en pocas líneas.

Da vida

Una de las principales funciones de los diálogos es dar vida a los personajes, ya que no nos cuenta lo que pasa, sino que nos los muestra. Además, dibujan la escena de forma vívida y les dan más carácter a los personajes.

Por otra parte, un buen diálogo atrapa rápidamente al lector, ya que no tienen los juicios y puntos de vista del narrador. Asimismo, permite ser testigos directos de lo que pasa para así poder sacar conclusiones propias. 

Caracteriza a los personajes

Los diálogos también funcionan para caracterizar a los personajes y a las relaciones entre ellos. Lo que dicen y la forma en que lo dicen aportan muchos datos, así como el tono en el que hablan y responden. 

Aporta información

Por último, ofrecen información que el lector puede intuir de manera inconsciente. Esto abarca la relación entre los personajes, sus personalidades, estado de ánimo, etc. 

También aportan datos sobre la trama en general, aunque siempre debe ser de manera justificada. 

 ¿Cómo escribir diálogos de manera correcta?

Uno de los puntos más importantes de escribir diálogos es que se realicen detrás de una raya, las cuales son diferentes a los guiones (largos o cortos).

Para que entiendas mejor:

  • Esto es un guión (-)
  • Y esta es la raya (—)

Es importante usar una raya ya que usando un guión tu procesador de texto podría separarlo de la palabra. Por ende, debes entender que la raya va enganchada o pegada siempre a una palabra.

También debes tener presente que cada personaje habla en una sola línea indistintamente. 

Por ejemplo: 

—¿Qué dice? —preguntó

—Está muy triste —contestó ella— porque cree que ya te vas. 

—Dígale —sonrió el hombre— que uno no se va cuando debe, sino cuando puede.

Intervenciones de los personajes

Cómo ya ha quedado claro, cada personaje habla en una línea distinta. Para esto, sus intervenciones están precedidas por una raya.

De forma general, la raya con la que inicia cada oración va enganchada a la primera palabra, cómo lo vimos en el ejemplo anterior. 

Las intervenciones del narrador

Por otra parte, las acotaciones del narrador también van precedidos por una raya, pero no aparece ninguna cerrando el diálogo de este. En realidad, van al lado de lo que dice un personaje, y su función es describir lo que sucede en escena. 

Un ejemplo de esto lo seguimos viendo en el siguiente diálogo de Gabriel García Márquez:

—Soy la madre del capitán Augusto Bonaire—repitió María.

—Usted querrá decir —corrigió el cadete con una sonrisa amable— que es la señora madre del señor Augusto Bonaire.

Cómo notarás, no hay ninguna raya cerrando la acotación. Por ende, después de cada línea de diálogo siempre se coloca un punto y aparte. 

Cómo escribir diálogos: las normas de puntuación

Está es quizá la parte más complicada que puedes encontrar al momento de escribir un libro. Los puntos, comas, signos de interrogación y los signos de exclamación tienen reglas de puntuación. 

Esto depende de lo que se va a decir. Para esto hay dos opciones:

  • Cuando se trata de un verbo dicendi: la explicación del narrador trata sobre cómo habla el personaje.
  • Cuando se trata de un verbo no dicendi: cuando la explicación del narrador se centra sobre lo que hace el personaje o sobre otro aspecto que no tiene nada que ver con la forma de hablar de él. 

Las normas de puntuación con los verbos dicendi

En estos casos, la anotación del narrador comienza en minúscula y la puntuación se coloca al final de su intervención. 

Por ejemplo:

—Va a hablar el testigo—anunció el policía encargado. 

Cómo puedes ver, detrás de la nota del narrador sigue un punto final. Esto también se aplica cuando hay signos de interrogación y exclamación.

¿Qué sucede cuando el diálogo continúa después de que el narrador interviene?

En esta parte, la intervención se cierra con una raya que se engancha a la última palabra y se usa un signo de puntuación detrás de esta raya. Esta puntuación se usará de acuerdo con lo que se está diciendo en el diálogo:

—Me perdona, coronel—dijo suavemente Márquez—, pero esto es una traición.

—Preséntese en el cuartel—le ordenó el coronel—. Queda usted a disposición de los tribunales. 

La puntuación con los verbos no dicendi

Por otra parte, cuando los verbos son no dicendi, las intervenciones se escriben en mayúsculas. Además, se puntúa antes de la anotación:

—El partido va a comenzar. —El fanático contuvo la respiración.

Sin embargo, también se necesita puntuar el final cuando continúa el diálogo. Por ende, además de la raya se coloca un punto. 

—El partido va a comenzar. —El fanático miró el recibo que tenía en sus manos—.No se aceptarán más apuestas. 

Si el diálogo no prosigue se termina la acotación con un punto y aparte

Una excepción aparece cuando la acotación del narrador interrumpe el diálogo. En este caso no se puntúa ni antes ni después de esta, además el inciso va en minúscula:

—El partido va a comenzar y—el fanático miró el recibo que tenía en sus manos—no se aceptarán más apuestas. 

Todo esto puede parecer un poco complicado, pero mientras más comprendas la diferencia entre verbos dicendi y no, aplicar las reglas de puntuación será una tarea más sencilla. 

Aspectos que debes tener en cuenta al momento de escribir diálogos 

Si escuchas una conversación real e intentas llevarla a un escrito, podrás darte cuenta de que no es un trabajo fácil y que muchas veces ese diálogo no funciona en una narración. Esto se debe a que las conversaciones reales cuentan con interrupciones, frases sin terminar, entonaciones, incoherencias, etc. 

En sí, la clave está en mantener la esencia de una conversación real, pero sin incluir tantos tropiezos. Para esto, debes considerar los siguientes aspectos:

Conoce a tu personaje

Para ponerle una voz a un personaje, es fundamental saber todo lo posible de él. Por tanto, debes conocer su personalidad, edad, educación, procedencia, profesión, época en la que vive, etc. 

Todo esto te ayudará a elegir la forma en la que tú personaje hablará. Debes tener precaución con los dialectos o defectos en la dicción de tus personajes, ya que esto puede cansar al lector cuando se encuentre con patines difíciles de leer por la mala ortografía.

Interpreta su papel

Al momento en que debas dialogar, debes ponerte en los zapatos de los personajes, interpretar al máximo su actuación. Una técnica para lograr esto es hablar en voz alta, respondiendo como las personas que interactúan en tu historia. 

Al convertirte en actor de tus propias obras podrás crear diálogos funcionales. De hecho, al interpretar mientras escribes puedes descubrir gestos y acciones que el propio diálogo te está pidiendo.

Un punto sobre cómo escribir diálogos: añade dinamismo 

Esto tiene que ver con la fluidez del diálogo. Para esto debes procurar:

  • Usar frases cortas.
  • Omitir los verbos en ciertas situaciones. 
  • Ser conciso y dinámico.
  • No perder el ritmo. 

Sin embargo, esto no quiere decir que no puedes agregar intervenciones largas o complejas. Aunque debes evitar hacerlo habitualmente.

No expliques mucho, solo avanza

Si quieres una buena historia, no deberías usar los diálogos para explicar lo que debería entenderse con la acción de sus personajes. Tampoco debes usar algún diálogo para decir aquéllos que todos los personajes ya saben o que nadie ha preguntado en general. 

Para evitar esto debes plantearte si la frase que se pronuncia en cada diálogo tiene sentido, si alguien puede entenderlo o pronunciarlo. 

Interrumpe cada cierto tiempo

Una forma de hacer que la historia sea más real es hacer pequeñas interrupciones de vez en cuando. Para esto puedes añadir cortes, preguntas y ciertos comentarios para hacer que lo escrito sea más fluido. 

Haz que los personajes tengan sentimientos al escribir diálogos

En sí, los personajes deben vivir a través del diálogo, por lo que tienen que mostrar sus estados de ánimo, estar alegres, cambiar de opinión, dudar, pueden enfadarse o indignarse. 

En este punto puedes centrarte en interpretar a tus personajes, como dijimos anteriormente, así aprenderás sobre cómo se siente el personaje cada vez que dice una frase. De este modo sabrás qué palabras usar y cómo las dirá.

Haz que importe

Cómo cualquier otro recurso narrativo, debes hacer ver qué la presencia de un diálogo es porque es la mejor manera de contar esa parte, porque es necesario. Por esto, si escribes uno, debe ser por algo, ya sea que haga evolucionar la historia o para denotar los cambios de humor del personaje. 

Por ejemplo, un personaje puede primero estar en shock, luego pase por la aceptación, el enfado, el miedo y la resignación en un mismo fragmento de la historia. 

Une el diálogo con la acción

No debes olvidar que, mientras hablas, no sueles estar quiero realmente.

En sí, mientras hablamos, también suceden cosas y muchas veces detenemos el diálogo para explicar lo que ocurre, esto aporta gran realismo a la escena. Además, te ayudará considerablemente a desarrollar la historia. 

No uses mucho la palabra “dijo”

En general, estas anotaciones han de notarse lo menos posible. Esto se debe a que suele molestar en cierto punto, ya que se vuelve tedioso de leer a cada rato. 

Lee y edúcate para escribir diálogos

La mejor forma de aprender es leyendo y escribiendo, ya que el fijarte como lo hacen los maestros te servirá para mejorar tu escritura. 

Por ello, mientras lees una novela, subraya un diálogo que funcione bien, anotarlo o márcalo. Luego puedes analizarlo hasta que entiendas su estructura y cómo funciona.

En general, pocas te servirán más que esto. 

Los guiones sirven para dialogos

Los guiones son una herramienta esencial en la escritura de diálogos. Permiten organizar y estructurar las conversaciones entre personajes en una historia. Los guiones se utilizan para indicar quién está hablando en cada turno de diálogo, lo que facilita la comprensión para el lector o espectador.

Además de identificar a los personajes, los guiones también ayudan a establecer el tono y la intención de las palabras habladas. A través de la puntuación y las indicaciones de acción, se puede transmitir la emoción y el estado de ánimo de los personajes en cada línea de diálogo. Esto enriquece la experiencia del lector y hace que los personajes sean más realistas y memorables.

Un buen diálogo es esencial para una historia convincente. Los guiones son una herramienta valiosa que permite crear diálogos naturales y creíbles. Ayudan a mantener el ritmo de la historia y a desarrollar la personalidad de los personajes a través de sus interacciones verbales.

Además, los guiones permiten establecer la estructura de la conversación. A través de la combinación de diálogos y descripciones de acción, se pueden crear momentos de tensión, suspense o humor. Los guiones también son útiles para distribuir la información de manera efectiva, revelando detalles importantes de la trama a través de los diálogos sin resultar abrumador o excesivo.

Como poner dialogos en una historia

Los diálogos son una parte fundamental de cualquier historia, ya que le dan vida a los personajes y permiten que los lectores se sumerjan en la trama. Es importante saber cómo utilizarlos correctamente para que sean efectivos y realistas.

En primer lugar, es importante recordar que los diálogos deben sonar naturales y reflejar la forma de hablar de cada personaje. Cada personaje tiene su propia personalidad y forma de expresarse, por lo que es importante que sus palabras sean coherentes con su carácter. Por ejemplo, un personaje tímido puede hablar de forma pausada y utilizar frases más elaboradas, mientras que un personaje extrovertido puede hablar de forma más rápida y utilizar un lenguaje más coloquial.

Además, es importante utilizar los diálogos para mostrar, no para decir. En lugar de utilizarlos simplemente para transmitir información, es mejor utilizarlos para revelar detalles sobre los personajes y la trama de manera sutil. Por ejemplo, en lugar de que un personaje diga «Estoy triste», es mejor mostrar su tristeza a través de sus palabras y acciones.

Otro aspecto importante es utilizar los diálogos para avanzar en la historia y crear tensión. Los diálogos pueden ser una excelente forma de revelar conflictos y generar intriga. Utiliza las palabras de tus personajes para crear situaciones de tensión y mantener el interés de los lectores.

Por último, recuerda utilizar correctamente los signos de puntuación y las comillas al escribir diálogos. Coloca las comillas al principio y al final de las palabras habladas y utiliza guiones para indicar quién está hablando. Además, utiliza los signos de puntuación adecuados para indicar las pausas y el tono de voz de los personajes.

En resumen, escribir diálogos efectivos es fundamental para crear una buena historia. Utiliza las palabras de tus personajes para mostrar su personalidad, avanzar en la trama y generar tensión. Recuerda utilizar correctamente los signos de puntuación y las comillas para que tus diálogos sean claros y realistas. ¡No temas experimentar y darle vida a tus personajes a través de sus palabras!

Además de todo lo que acabamos de explicar, hay otros puntos que puedes implementar de manera ocasional. Recuerda que el proceso de escribir es algo personal, y dependerá de aquello que quieres dar a conocer al mundo.