La fábula: una herramienta de enseñanza ética y moral

Una de las mejores maneras de enseñar a las nuevas generaciones es por medio del ejemplo y de lecciones aprendidas con el tiempo. Para esto, las personas recurren a una herramienta escrita que siempre logra cautivar por ser entretenida y didáctica: la fábula.

Este recurso literario se utiliza para que los niños y algunas personas aprendan valores de manera sencilla y llamativa. Por medio de personajes y paisajes, la fábula nos adentra en una historia de la cual siempre aprenderemos una lección importante de vida.

Para conocer más sobre este género, hemos elaborado este post, así podrás aprender las características más importantes de las historias que van pasando de generación en generación.

¿Qué es la fábula?

Una fábula es un recurso breve escrito en prosa o en verso. También se puede definir como una historia corta, protagonizada por animales, objetos animados o personas con gran capacidad comunicativa para transmitir un mensaje.

Este subgénero de la literatura narrativa tiene una finalidad concreta: enseñar mediante situaciones imaginarias las costumbres, vicios o virtudes de un tema en específico. Esto tiene como finalidad formar en ética o moral a las personas, sobre todo a los niños.

Dicha enseñanza está resumida al final del escrito en una moraleja, que es lo que diferencia a una fábula de un sermón, una parábola o una apología.

Características de la fábula

La fábula, al igual que otras formas literarias, tiene características que definen su estructura y finalidad. Por ende, si quieres escribir tu propia fábula, deberás tener en cuenta estas características:

Es una narración breve

Al estar destinada como una lectura sencilla, las fábulas suelen ser breves y con poca extensión. Sin embargo, cuentan con varios eventos que pueden ser fantásticos de manera simple.

Además, es usual que una fábula tenga una extensión de tamaño reducida, apenas lo suficiente para que el lector encuentre el camino hasta la moraleja final.

Esto se debe a que las fábulas, desde un principio, se destinaron a ser recitadas o memorizadas por jóvenes y niños como un instrumento de educación en valores, moral y ética.

Tienen una moraleja final

La característica más distintiva de una fábula es, como ya hemos dicho, su mensaje moralizante o la enseñanza que sirve de cierre. Esta suele constituir un aprendizaje para la vida social, espiritual o emocional que parte de un ejemplo en la ficción o fantástico.

Normalmente, la moraleja de una fábula se explica al final del relato por el narrador. Por ello, está siempre explícita y procura ser de fácil comprensión para el lector. 

Constituye un género popular

Aunque las fábulas son parte del mundo de la literatura, no pertenecen a la sección de literatura culta y exigente, sobre todo a causa de sus lectores.

En cambio, es una clara forma popular que se comprende por personas menos instruidas. Estas comprenden y comparten los valores morales y sociales de cierta comunidad en la sociedad.

Tienen una estructura lineal y sencilla

En sí, con el fin de transmitir su mensaje con la mayor claridad posible, las fábulas se elaboran con una estructura clásica.

Dado esto, los relatos mostrados en las fábulas no son complicados, no tienen saltos temporales ni otros artificios que puedan complicar la comprensión final del mensaje.

Los personajes son animales y objetos humanizados

En la mayoría de las fábulas podemos ver qué los protagonistas suelen ser animales u objetos con rasgos humanos, cómo lo son el habla y el pensamiento.

Son narradas en tercera persona

Generalmente el narrador de las fábulas es la tercera persona omnisciente, por lo que se puede definir como un testigo. Sin embargo, a su vez, es capaz de conocer lo que piensan y sienten los personajes.

Con esto, el narrador puede expresar con gran nivel de detalle todo lo que pasa durante el relato.

La narración es atemporal

Relacionada con la característica anterior, la narración de las fábulas no ocurre en ninguna época ni línea histórica determinada. Al contrario, suelen ocurrir en un tiempo y lugar lejano, impreciso y, a veces, diferente al mundo que conocemos.

Sus temas suelen ser críticas

Cómo se trata de relatos que buscan enseñar, las fábulas suelen ser de temas vinculados a los vicios y las actitudes tóxicas. Un ejemplo de esto es la avaricia, la flojera, la envidia, la mentira, etc.

Estos vicios son criticados duramente durante toda la obra, además se le pueden atribuir a un personaje en específico. Por lo que se ve un ejemplo de lo que no se debe haber un contraejemplo de lo que sí.

Partes de una fábula

Cómo ya hemos dicho, la fábula es un recurso que es breve, por lo que su estructura no es difícil de entender. Por eso, al leer estos relatos, se pueden identificar estas partes:

  • Inicio: en este se presenta a los personajes y se pueden establecer los puntos iniciales de la fábula. Es decir, se define la ubicación geográfica, tiempo y personajes.
  • Complicación: aquí se ve el desarrollo de la trama, ya que conduce hacia una situación donde hay problema moral o ético, el cual suele ser consecuencia de la personalidad del protagonista.
  • Desenlace: es la parte final del relato, el cual puede ser feliz o no. También es la sección donde se dan las consecuencias y se da a entender la moraleja o enseñanza que acompaña al relato.

Tipos de fábula

Al existir tantas moralejas, es comprensible que también haya varias formas de darlas a conocer, por lo que no puede existir solo un tipo de fábula. Por ello, se ha establecido está clasificación para este subgénero literario:

  • Agonales: se basan en la confrontación de dos situaciones o conductas, la cual suele ocurrir entre dos personajes, ya sea entre los protagonistas o entre el protagonista y el antagonista. De esta manera se logra premiar una actitud y castigar a la otra.
  • Mitológicas: son aquellas que reúnen el contenido religioso o místico de una tradición cultural, por lo que dan a conocer a sus dioses o relatos de fundación como sociedad.
  • De animales: estás suelen ser las más empeñadas para enseñar a los niños, ya que tienen como protagonistas a los animales, pero con rasgos humanos como lo son el raciocinio y el habla.

Elementos narrativos de la fábula

La fábula tiene pocos elementos narrativos, ya que estamos hablando de un relato que es simple y directo. Por eso, sus elementos se pueden simplificar en:

  • Personajes: generalmente son pocos, pero el mínimo es dos. Las posiciones e ideales de estos, cómo ya hemos dicho, pueden ser diferentes, representando lo bueno y lo malo.
  • Ambientación: se refiere al lugar donde ocurren los hechos, el cual puede ser descrito de manera superficial.
  • Narrador: es quien cuenta el relato y, a la vez, resume la moraleja al final de este.

Diferencias entre fábula y leyenda

En muchas ocasiones confundimos qué es la fábula y la leyenda, ya que la leyenda también es un relato cargado de advertencias y con elementos mágicos. Sin embargo, estos suelen ser sobrenaturales o poco comunes. 

Además, suele inspirar cierto temor o respeto en el lector, asociando conductas o elementos que en la sociedad o cultura pueden verse inapropiados.

Está similitud no se define siempre, ya que, a diferencia de la moraleja de la fábula, el narrador no siempre explica el mensaje de la leyenda.

De hecho, las leyendas no siempre narran situaciones imaginarias y sus protagonistas no suelen ser animales con frecuencia. Su característica más notoria es que reflejan un tiempo muy remoto o una época ya olvidada.

Mientras tanto, la fábula indica desde el principio que no se puede tomar como algo real que alguna vez pasó.

Consejos para escribir fábulas para niños

Ahora que conoces los principios básicos de una fábula, puede que quieras escribir la tuya a modo de enseñanza para los tuyos. Por eso, hemos recopilado algunos de los consejos más sencillos y básicos para que escribas tu relato de manera acertada:

  • Espera la inspiración y elige una buena moraleja

Ya sabes que todas las parábolas necesitan de una moraleja o lección moral que nos enseña algo importante. Por ello, debes elegir una que sea significativa, puede ser algo que te haya sucedido o que aprendiste de algún otro modo.

Todo lo que nos pasa se puede analizar y sacar una lección para seguir de manera positiva con nuestras acciones.

  • Elige cuál será el problema

Al ser un relato corto, debes pensar que problema vas a tratar en él y cómo lo resolverás. Además, debe tener sentido con la moraleja que escogiste y que quieres dar a conocer.

  • Define tus personajes

Ya hemos dicho que los personajes de las fábulas suelen ser animales o cosas que hablan, pero si quieres puedes usar personas o una combinación de ambos.

Sin embargo, si debes considerar que tienes que darle una personalidad específica a cada personaje, de modo que den una enseñanza acorde a lo que transmiten.

  • Añade la solución

Al final de tu relato debes darle solución al problema que has planteado, siempre recordando que tiene que concordar con la moraleja elegida. De hecho, tienes que generar interés con esta solución a tus lectores.

Importancia de la fábula

La fábula es un género que hemos conocido tradicionalmente en la historia de la lectura. De hecho, junto a la parábola y a la leyenda, la fábula es una de las formas en las que las personas mayores enseñan o advierten a las nuevas generaciones.

Por ello, es una expresión que perdura con el tiempo, manteniendo las costumbres, valores y ética de una sociedad. Es una herramienta literaria que es aprovechada por grandes y pequeños para el desarrollo moral de todos.

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